La bailaora gaditana se deshace en elogios para el
festival «es un orgullo y un honor venir a La Unión» y dedica su
flamante actuación al maestro Paco de Lucía
festival «es un orgullo y un honor venir a La Unión» y dedica su
flamante actuación al maestro Paco de Lucía
La Unión, 11 de agosto.- Sara Baras protagonizó la
cuarta gala flamenca del Festival Internacional del Cante de las Minas con su
espectáculo «Medusa» ante un aforo completo en la Catedral del Cante
donde, en otras ocasiones, ya elevó a lo más alto a otros personajes del
imaginario español como Juana la Loca y La Pepa «en su búsqueda incesante
de hacer justicia».
cuarta gala flamenca del Festival Internacional del Cante de las Minas con su
espectáculo «Medusa» ante un aforo completo en la Catedral del Cante
donde, en otras ocasiones, ya elevó a lo más alto a otros personajes del
imaginario español como Juana la Loca y La Pepa «en su búsqueda incesante
de hacer justicia».
La artista, Castillete de Oro y homenajeada del Festival en el año 2012,
trajo hasta este escenario «un cacho de mitología y flamenco», dos
conceptos estéticos diferentes que fusionó a la perfección. Por un lado
el universo griego, estático y contenido y, por otro, el mundo flamenco,
potencia y movimiento en estado puro, convirtiendo los tacones en sandalias y
las túnicas en batas, o viceversa. Algo tan aparentemente sencillo como
realmente difícil que sólo está al alcance de artistas de la talla de Sara
Baras.
trajo hasta este escenario «un cacho de mitología y flamenco», dos
conceptos estéticos diferentes que fusionó a la perfección. Por un lado
el universo griego, estático y contenido y, por otro, el mundo flamenco,
potencia y movimiento en estado puro, convirtiendo los tacones en sandalias y
las túnicas en batas, o viceversa. Algo tan aparentemente sencillo como
realmente difícil que sólo está al alcance de artistas de la talla de Sara
Baras.
Una hora y media de espectáculo donde derrochó fuerza, taconeo versátil
y contrastes de dulzura y desgarro, reflejados en su rostro. Sara se mostró
radiante y atractiva, interpretando a la diosa Medusa que vivió condenada
a convertir en piedra a quienes la miraban y a peinar serpientes en lugar de
cabellos. Una transformación que se ha hecho patente a lo largo de su
representación
y contrastes de dulzura y desgarro, reflejados en su rostro. Sara se mostró
radiante y atractiva, interpretando a la diosa Medusa que vivió condenada
a convertir en piedra a quienes la miraban y a peinar serpientes en lugar de
cabellos. Una transformación que se ha hecho patente a lo largo de su
representación
Al final de la obra, la artista gaditana se dirigió al público para
confesar que «cada vez que vengo a La Unión me pongo nerviosísima porque
quiero hacerlo tan bien…»y añadió que «siento un gran cariño y
respeto por este escenario y es un honor bailar en él». Aunque el aplauso
del público llegó al dedicar ésta su actuación al inigualable Paco de Lucía, al
grito de «Viva el flamenco y viva la Unión». Al igual que tuvo
palabras para la bailaora Blanca del Rey, a la que se dirigió con un «Va
por ti maestra» para marcarse el último taconeado de la noche.
confesar que «cada vez que vengo a La Unión me pongo nerviosísima porque
quiero hacerlo tan bien…»y añadió que «siento un gran cariño y
respeto por este escenario y es un honor bailar en él». Aunque el aplauso
del público llegó al dedicar ésta su actuación al inigualable Paco de Lucía, al
grito de «Viva el flamenco y viva la Unión». Al igual que tuvo
palabras para la bailaora Blanca del Rey, a la que se dirigió con un «Va
por ti maestra» para marcarse el último taconeado de la noche.
Medusa, con música en directo de Keko Baldomero, la
colaboración de José Serrano y Juan Carlos Vellido, como artista invitado, es
un espectáculo que transcurre en dos partes. En primer lugar en el Templo
de Atenea, Sara encarna a la inocente doncella, Medusa. Vestida de blanco bailó
con la energía y vitalidad de la juventud. En la segunda parte, tras la violación
de Medusa por Poseidón (David Martín), todo cambia, el escenario se vuelve
oscuro y la protagonista muda su expresión de niña por la de mujer ultrajada,
abandonada y llena de rabia.
colaboración de José Serrano y Juan Carlos Vellido, como artista invitado, es
un espectáculo que transcurre en dos partes. En primer lugar en el Templo
de Atenea, Sara encarna a la inocente doncella, Medusa. Vestida de blanco bailó
con la energía y vitalidad de la juventud. En la segunda parte, tras la violación
de Medusa por Poseidón (David Martín), todo cambia, el escenario se vuelve
oscuro y la protagonista muda su expresión de niña por la de mujer ultrajada,
abandonada y llena de rabia.
Una vez más Sara Baras,
renacida de la tragedia y convertida en una mujer mortal, hermosa y
tentadora como el más dulce de los pecados, no dejó a nadie indiferente
colmando las expectativas generadas y suscribiendo con letras de oro la palabra
“éxito” en la Catedral del Cante de la Unión.
renacida de la tragedia y convertida en una mujer mortal, hermosa y
tentadora como el más dulce de los pecados, no dejó a nadie indiferente
colmando las expectativas generadas y suscribiendo con letras de oro la palabra
“éxito” en la Catedral del Cante de la Unión.