VISITA DE S.M. EL REY D. ALFONSO XIII A LA CIUDAD DE LA UNION.1923


VISITA A CARTAGENA, LA UNION, LOS ALCAZARES E ISLA PERDIGUERA.

El 20 de marzo de 1923 S.M el Rey D. Alfonso XIII llegó a Cartagena. El monarca desembarcó en el muelle situado frente al Cuartel de Marinería junto al Arsenal, donde le recibieron varias autoridades civiles y militares. La visita real comenzó en la Constructora Naval. Más tarde el monarca acudió a la Base Naval.

Al día siguiente, por la mañana del día 21 de marzo de 1923, Alfonso XIII se trasladó al aeródromo de Los Alcázares (que entonces era una pedanía que pertenecía a los municipios de Torre Pacheco y San Javier). En su trayecto pasó por el municipio de La Unión, donde se detuvo para saludar al alcalde y miembros de la corporación, pues éstos fueron avisados de su paso por la ciudad minera. Poco después de las 9:30 horas llega a Los Alcázares, acompañado por el Ministro de Marina, el Capitán General y el Capitán Gobernador, allí le esperaba la máxima autoridad militar del aeródromo, el Comandante del Batallón de Instrucción, Luís Gonzalo.

Tras el correspondiente recibimiento, Alfonso XIII, vestido con el uniforme de Capitán General del Ejército, pasó al Campo de Aterrizaje, donde estaban formados en línea los aparatos. Más tarde comenzaron las maniobras siguiendo este programa:
– Revistas de las dos compañías del Batallón de Instrucción
– Revista de la Escuadrilla Bristol en el Campo de Vuelo
– Primer ejercicio: tiro de fusil contra un blanco aéreo remolcado por un avión
– Segundo ejercicio: tiro de ametralladoras contra el mismo objetivo aéreo
– Tercer ejercicio: bombardeo (con bomba de instrucción) por la escuadra Bristol.

Antes del inicio de este tercer ejercicio el rey marchó a bordo de la canoa »Valencia» a la Isla Perdiguera para verificar los bombardeos. La isla era propiedad del Conde de Romanones, quien la había cedido en 1921 al Ministerio de la Guerra para la realización de pruebas militares.

El monarca permaneció en la isla del Mar Menor, por espacio de una hora, presenciando unos ejercicios de la Escuela de Tiro y Bombardeo, regresando a Los Alcázares para presenciar el último ejercicio del programa.

– Cuarto ejercicio: Tiro de un avión contra manga remolcada por otro.

– Vista de hangares y sala de bombardeo de gabinete.

Una vez acabadas todas las prácticas el monarca se dirigió hacia Cartagena otra vez.

VISITA DE LOS REYES DE ESPAÑA A CARTAGENA EN NOVIEMBRE DE 1923. INAUGURACIÓN DEL MONUMENTO HÉROES DE CAVITE Y SANTIAGO DE CUBA

Los Reyes llegaron a Cartagena a mediodía del día 8 de noviembre de 1923, en tren desde Madrid, con el presidente del Directorio, Miguel Primo de Rivera, el embajador de EE.UU, CYRUS E. Woods.

El motivo del viaje es inaugurar el monumento a los Héroes de Santiago de Cuba y Cavite se realizó, por suscripción popular, como homenaje a los marineros caídos en la batalla de 1898 entre España, sus colonias de Cuba y Filipinas y los Estados Unidos aliados a ellas.

Monumento promovido por el Capitán de Infantería Francisco Ruíz Anaya como homenaje a los caídos y a los supervivientes en las guerras de Cuba y Filipinas de 1898. Se realizó por suscripción popular con el apoyo de distintas clases sociales, y distintas autoridades militares, políticas, culturales y sociales, sumándose al proyecto ciudades de España, América y Filipinas. Los reyes fueron los primeros en aportar dinero, entregando 8.000 pesetas.

Su autor fue el asturiano Julio González Pola. La construcción, de 15 metros de altura, representa a la gloria y a la patria españolas junto con los marineros caídos en la contienda con sus figuras esculpidas en bronce aunque en su origen fueron de piedra, lo que causó que el paso del tiempo las deteriorara. Además de las figuras también se encuentran esculpidos los nombres de todos aquellos que murieron combatiendo en aquel desastre bélico.

Fue el día 9 de noviembre de 1923, cuando los Reyes de España D. Alfonso XIII y Dña. Victoria Eugenia de Battenberg inauguraban el monumento, durante el acto, el rey impuso la medalla de Santiago de Cuba y Cavite a los supervivientes.

El evento contó con diversos momentos emotivos como fue, la entrega de una medalla a un marino ciego, llamado Félix García Carreño.
Félix estuvo destinado como maquinista a bordo del acorazado Cristóbal Colón. Este acorazado en aquel momento era el mas moderno y mas rápido de la flota española, fue enviado a Cuba a pesar de que aun no tenía instalados sus cañones, contaban que para disimilarlo colocaron unas colañas de madera.
El superviviente condecorado Feliz García, fue herido perdiendo la vista, el Ayuntamiento también decidió poner una calle con su nombre y junto a otro superviviente, la calle es Núñez y García en el barrio de la Concepción de Cartagena.

VIDEO DEL EVENTO
FOTOS DEL EVENTO

Durante su estancia en Cartagena, Alfonso XIII visitó las principales instalaciones militares de la ciudad, como el Arsenal, la base de submarinos, el Castillo de Galeras, el cuartel del regimiento de Infantería de Cartagena, o el cuartel del regimiento de Sevilla. La reina Victoria Eugenia, por su parte, visitó los Hospitales de Caridad y de Marina, así como la Casa de Misericordia.

Alojados en el buque de guerra Jaime I, los reyes también fueron agasajados con varias fiestas como la Garden Party celebrada en el Arsenal, o una función en el Teatro Circo a cargo de la compañía Rada.

Entre los numerosos actos que se programaron destaca una “corrida real” con la plaza de toros engalanada para la ocasión y los mejores espadas del momento: Barajas, Gavira y Algabeño.

Al día siguiente en la mañana del día 10 de noviembre, S.M el Rey Alfonso XIII, y algunas autoridades militares, pasaron por el municipio de La Unión, cuando se dirigían hacia el aeródromo de Los Alcázares, y al llegar al municipio fueron recibidos en la plaza Los Benzales por el Alcalde D. Pedro Ros Manzanares acompañado de la corporación municipal de aquel año 1923. Tras los saludos el señor alcalde de La Unión aprovechó e invitó al monarca a visitar el municipio cuando regresara del Aeródromo por la tarde.
Tras su marcha las autoridades del municipio unionense invitaban al pueblo minero a participar en un recibimiento del monarca, y a que en sus balcones colocasen banderas y colgaduras.
Sobre las tres de la tarde el coche oficial del Rey Alfonso XIII, seguido de los demás vehículos de las autoridades militarse que les acompañaba, hacía entrada en el municipio de La Unión, por la calle Morriones.
Hay una crónica (de abril 1945), del ya fallecido unionense Juan Sánchez Perelló (Cronista Oficial de La Unión) que cuenta lo que sucedió aquel día.
“ al llegar a la calle morriones se podía ver enormes filas de gente que en las aceras gritaban ¡Vivas! al Rey, aplaudían, etc. El coche avanzaba muy despacio y de entre los espectadores, se acercó al coche del monarca una anciana llamada Juana Ballester, que le hizo entrega de un ramo de flores, ramo que su majestad aceptó amablemente y le dio las gracias diciéndole, gracias abuelita.
La regia comitiva continuó calle hacia arriba adentrándose en la calle Méndez Núñez y girando a la calle Mayor, fue allí donde el fotógrafo unionense Francisco Avilés, conocido artísticamente como Seliva, inmortalizó la estampa allí vivida en una de sus fotos, foto que al parecer es el único documento grafico que puede corroborar lo contado en éste artículo.
La fotografía original de la que se menciona, fue la utilizada para la prensa de la época.
La calle Mayor de La Unión, estaba abarrotada de ciudadanos del municipio, pues la gran mayoría de los comercios y establecimientos cerraron para recibir al monarca, había quien decía que muchos de los empresarios de las fundiciones y minas, dieron día libre a sus trabajadores para que asistieran al evento histórico.
La Banda de Música de La Cruz Roja interpretó el Himno nacional (Marcha Real), los balcones estaban llenos de gente, las terrazas, hasta incluso en algunos tejados.
Como el coche del rey era descapotable, D. Alfonso XIII, en pié saludaba con la mano levantada a los ciudadanos.
Un joven mutilado de una pierna, quiso acercarse al coche oficial , para entregarle un memorial al Rey, y fue impedido por la guardia civil que paralela al coche del regio montaban a caballo, el monarca tras ver que el joven lucía en la solapa de su chaqueta, una medalla militar, gesticuló con las manos hacia el Guardia Civil, dando por entendido que le dejase acercar, hecho que el monarca aprovechó para preguntarle: – ¿donde serviste?, y el mutilado contestó:- su majestad, en Regulares, en Ceuta.
El coche siguió su marcha hasta volver a hacer un alto, frente al Asilo de Huérfanas de mineros, también en la calle Mayor, el Rey Alfonso XIII, quiso bajar para saludar de cerca de las hermanas del Asilo, pero el ministro que le acompañaba se lo impidió, entonces fueron las monjas quien se acercaron al vehículo y saludaron al Rey.
Al final de la calle Mayor, las Autoridades municipales de La Unión despidieron al monarca y dieron las gracias por su atención al pueblo minero y la caravana de vehículos regresaba a Cartagena.

Del día que se marchan S.S.M.M. los Reyes hay una anécdota que fue vivida por el presidente del Directorio Miguel Primo de Rivera, parece ser que perdió el tren que debía llevarles de regreso a Madrid, ya que el chófer de su choche se perdió por Cartagena cuando iban de camino a la estación y acabó en Los Dolores. Finalmente, fue al encuentro del tren, que se estaba esperándole en Los Molinos, tras haberse dado cuenta el Rey Don Alfonso XIII de su ausencia y haber ordenado parar el tren.

Fuente y fotografía original, Archivo Silvente.(extractos de la crónica de D. Juan Sánchez Perelló)

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