Salinas San Pedro Pinatar

En 1985 se consideran como reserva natural protegida y en 1992 se convierten en Parque Regional.

Se trata de una zona húmeda con arenales que limita al sur con las encañizadas, que comunican el Mar Menor con el Mediterráneo. Desde 1994 se incluye en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (según el convenio RAMSAR),junto al Mar Menor. A partir de 1998 se considera como Zona de especial protección para las aves (ZEPA), por tanto pertenece a la Red Natura 2000 de la Unión Europea.[3] [4] Forma parte importante del Mar Menor que es una Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM). Tiene una extensión de 837 hectáreas y pertenece a los municipios de San Pedro del Pinatar y San Javier. Desde enero de 2002 funciona el Centro de Investigación y Conservación de los Humedales «Las Salinas» a la entrada al parque natural.

En este caso se trata de hacer compatible la conservación de su riqueza natural con la explotación de Las Salinas. Aunque se encuentra rodeado de una gran presión urbanística, como sucede, en general, en todo el litoral mediterráneo. Por consiguiente, se produce una confluencia de intereses turísticos, ambientales y comerciales con una cierta «tensión entre ellos». Como primera aproximación conviene saber que en el parque (o sus inmediaciones) se encuentran: seis playas; un puerto con uso: pesquero, deportivo y de carga de sal; la explotación salinera; un restaurante; un sistema de dunas; y una flora y fauna de gran importancia.

Medio ambiente :
Desde un aspecto geomorfológico destacan las dunas y arenales costeros que se suelen presentar en los húmedales. A nivel marino existen barras arenosas que amortiguan el oleaje en las zonas de mar mediterráneo. Por otro lado cabe destacar la importancia de praderas de posidonia en los fondos marinos del Mar Mediterráneo.

En el parque se pueden encontrar diversos ecosistemas locales: estanques salineros, pinar, carrizal, saladar, dunas y golas o encañizadas.

Flora:
Hay plantas saladares como la siempreviva y la sarcocornia o almarjo en las zonas encharcadas; cerca de la playa puede encontarse la oruga de mar y el cardo marítimo; en la zona de dunas se puede encontrar el barrón, el cuernecillo de mar (Lotus cytisoides) y la azucena de mar; en las dunas más estables está el matorral mediterráneo que tiene especies como el lentisco y el espino negro, así como algunos pies de sabina costera (Juniperus turbinata). Se puede decir que mantiene una amplia representación de endemismos exclusivos del sureste peninsular como Helianthemum marminorensis y Frankenia corymbosa, destacando la Senecio joppensis que es una rareza en Europa Occidental. Otro aspecto muy importante es la flora marina, destacando las praderas de posidonia oceánica; sus arribazones y restos se encuentran con facilidad en sus playas mediterráneas.

Fauna:
Aves acuáticas: avoceta, cigüeñuela, chorlitejo patinegro, charrancito (Sterna albifrons), pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica), zarapitos, agujas (Limosa lapponica), archibebes, etc.; las garzas; el tarro blanco, cormoranes, alcarabanes, combatientes, somormujos, zampullines, martinete patirrojo, anades, gaviotas y flamencos.
Reptiles: eslizón ibérico y lagartija colirroja.
Insectos: en peligro de extinción el escarabajo Scarites aurytus.
Peces: en peligro de extinción el fartet que es un endemismo ibérico.
Mamíferos: musaraña, musarañita y comadreja. También existen diferentes variedades de murciélagos como Miniopterus schreiberseii, Myotis capaccinii, Myotis myotis, Rhinolophus euryale y Rhinolophus ferrumequinum.
Playas:
El parque dispone de más de ocho kilómetros de playas. En el Mar Mediterráneo se encuentran las populares playas de La Llana que son tres: playa de Las Salinas, playa de la Barraca quemada y playa de Punta de Algas; así como la playa de la Torre derribada y la playa de El Mojón. En el Mar Menor se encuentra la playa de La Mota, junto a ésta se encuentran las charcas en las que se suelen realizar los baños de lodo.

Una tradición: los baños de lodo

Este es sacado del fondo de la charca; tiene un color gris oscuro y consistencia cremosa. El lodo se frota por las zonas del cuerpo, se deja secar al sol y una vez seco hay que bañarse en la charca salada. Se lo aplican las personas que sufren dolores crónicos, así como para diversas enfermedades cutáneas: las que padecen de soriasis tienen un gran alivio si siguen un tratamiento continuo de quince días.

Lugares de interés:
Centro de Investigación y Conservación de los Humedales «Las Salinas»: con explicaciones sobre el parque.
Observatorios a lo largo de los itinerarios recomendados en el parque.
Playas y charcas, con posibilidad de usos recreativos controlados.
Encañizadas en los límites del parque con La Manga.
Molinos: de Quintín y de la Ezequiela o Calcetera.

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