Manuel González
Simancas (1885-1942). Teniente Coronel de infantería, arqueólogo y docente.
Estudioso de los bienes muebles e inmuebles del patrimonio histórico-cultural
español. Fue autor de numerosas excavaciones por la geografía peninsular,
realizó trabajos sobre la ciudad de Toledo y de los catálogos monumentales de
Alicante, Valencia y Murcia. Fue miembro de la Real Academia de Ciencias y
Nobles Artes de Córdoba, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y
correspondiente de la Real Academia de la Historia.
Simancas (1885-1942). Teniente Coronel de infantería, arqueólogo y docente.
Estudioso de los bienes muebles e inmuebles del patrimonio histórico-cultural
español. Fue autor de numerosas excavaciones por la geografía peninsular,
realizó trabajos sobre la ciudad de Toledo y de los catálogos monumentales de
Alicante, Valencia y Murcia. Fue miembro de la Real Academia de Ciencias y
Nobles Artes de Córdoba, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y
correspondiente de la Real Academia de la Historia.
Realizó un catálogo sobre los
monumentos que había en Murcia, en el que se recoge los de la ciudad de La
Unión y por tanto también los de Portmán.Dicho catálogo al que
llamó “Catálogo Monumental de España / Provincia de Murcia” (1905-1907), está
recogido en dos grandes tomos.
monumentos que había en Murcia, en el que se recoge los de la ciudad de La
Unión y por tanto también los de Portmán.Dicho catálogo al que
llamó “Catálogo Monumental de España / Provincia de Murcia” (1905-1907), está
recogido en dos grandes tomos.
El primer tomo
está formado por quinientas treinta y
seis páginas y dos del índice. El 2º tomo cuenta con cuatrocientas setenta y
seis páginas. De lomos duros forrados en cuero y en sus interiores páginas con
rayas, escritas a mano alzada con pluma de la época, por su puño y letra.
está formado por quinientas treinta y
seis páginas y dos del índice. El 2º tomo cuenta con cuatrocientas setenta y
seis páginas. De lomos duros forrados en cuero y en sus interiores páginas con
rayas, escritas a mano alzada con pluma de la época, por su puño y letra.
Al catálogo elaborado por Manuel Glzez Simancas, le acompaña
unas 146 láminas, algunas con una foto y otras de dos fotografías por página de
algunos de los objetos, edificios, retablos, pinturas. etc. antiguos. Estas
fotografías están realizadas en los años que Manuel estuvo realizando dicho
catálogo.
unas 146 láminas, algunas con una foto y otras de dos fotografías por página de
algunos de los objetos, edificios, retablos, pinturas. etc. antiguos. Estas
fotografías están realizadas en los años que Manuel estuvo realizando dicho
catálogo.
Evidentemente
según mi investigación solo habrá un ejemplar, a no ser que en años sucesivos
sacaran a través de imprenta algunas copias, caso que desconozco.
según mi investigación solo habrá un ejemplar, a no ser que en años sucesivos
sacaran a través de imprenta algunas copias, caso que desconozco.
El catálogo
consultado se conserva, en depósito, en la Biblioteca Tomás Navarro Tomás del
CSIC, siendo propiedad del Ministerio de Cultura de España y el cual fue restaurado
y digitalizado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España.
consultado se conserva, en depósito, en la Biblioteca Tomás Navarro Tomás del
CSIC, siendo propiedad del Ministerio de Cultura de España y el cual fue restaurado
y digitalizado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España.
Cual fue mi
sorpresa, al ver que en el apartado del municipio de La Unión, enumerada con la
anotación 305 y recogido en tan solo cinco paginas, correspondiendo a la 344,
345, 346, 347 y 348 del tomo nº 1 dice textualmente que no existe un solo
edifico digno de mención desde el punto de vista histórico-monumental.
sorpresa, al ver que en el apartado del municipio de La Unión, enumerada con la
anotación 305 y recogido en tan solo cinco paginas, correspondiendo a la 344,
345, 346, 347 y 348 del tomo nº 1 dice textualmente que no existe un solo
edifico digno de mención desde el punto de vista histórico-monumental.
Y es que fue así, en
los años 1905-07 en los que Manuel visitaría esta ciudad para añadir algún
edificio o elemento histórico, no había nada ni tan siquiera en ruina, salvo los
vestigios mineros de época romana, que ya habían sido adaptados a tiempos
modernos para poder explotar el mineral de la sierra, algunos utensilios y
monedas romanas. Cita a La Unión como una moderna villa la cual tras ser
fundada en 1868, por unirse los caseríos de El Garbanzal y Herrerías, era el
populoso centro minero de la Sierra de Cartagena .Hay que tener en cuenta que
en aquellos años en las calles de La Unión solo destacaba, como edificios
grandes recién construidos o bien a punto de finalizar su construcción, la
Iglesia de Ntra. Sra. Del Rosario (1902), La casa de Joaquín Peñalver Nieto “El
Piñón” (1905), y el Mercado Público que podría estar aún en construcción
(1907), además de varios construcciones que en esos años no podrían destacar,
ya que era lo normal en una ciudad que estaba sufriendo una renovación en el
trazado urbano, como sería el caso de las Escuelas de las Graduadas, El Liceo
Obrero (1906), y el edificio del Progreso (1880) y alguna que otra casa de
familias adineradas o de buena posición social, como la de José Cortés (1906).
los años 1905-07 en los que Manuel visitaría esta ciudad para añadir algún
edificio o elemento histórico, no había nada ni tan siquiera en ruina, salvo los
vestigios mineros de época romana, que ya habían sido adaptados a tiempos
modernos para poder explotar el mineral de la sierra, algunos utensilios y
monedas romanas. Cita a La Unión como una moderna villa la cual tras ser
fundada en 1868, por unirse los caseríos de El Garbanzal y Herrerías, era el
populoso centro minero de la Sierra de Cartagena .Hay que tener en cuenta que
en aquellos años en las calles de La Unión solo destacaba, como edificios
grandes recién construidos o bien a punto de finalizar su construcción, la
Iglesia de Ntra. Sra. Del Rosario (1902), La casa de Joaquín Peñalver Nieto “El
Piñón” (1905), y el Mercado Público que podría estar aún en construcción
(1907), además de varios construcciones que en esos años no podrían destacar,
ya que era lo normal en una ciudad que estaba sufriendo una renovación en el
trazado urbano, como sería el caso de las Escuelas de las Graduadas, El Liceo
Obrero (1906), y el edificio del Progreso (1880) y alguna que otra casa de
familias adineradas o de buena posición social, como la de José Cortés (1906).
Es en la Rambla
de la Boltada, en el Sancti Spiritu y en algunas terreras abandonadas por los
romanos, donde algo fue encontrado, muchos de éstos objetos fueron regalados
por los capataces e ingenieros de minas a personas importantes de la época,
otros fueron distribuidos por algunos museos.
de la Boltada, en el Sancti Spiritu y en algunas terreras abandonadas por los
romanos, donde algo fue encontrado, muchos de éstos objetos fueron regalados
por los capataces e ingenieros de minas a personas importantes de la época,
otros fueron distribuidos por algunos museos.
Portmán,
también está recogido en el catálogo, el autor lo hace en la pagina numero
doscientos, tras las seis páginas que recoge datos de Cartagena. Recogido en la
anotación 146 habla de los trabajos de excavación que realizaron en la villa
romana (actualmente conocida como villa del Paturro), sepultados bajo unos
escombros y de sus hallazgos encontrados, excavación dirigidas por el
presbítero que en aquella época estuvo en la iglesia de Portmán, D. José Soria,
párroco que en años sucesivos y en fecha de la realización de este catálogo,
estaba a cargo de la Iglesia de Santo Domingo en Mula y por lo tanto había
abandonado esta pedanía costera de La Unión.
también está recogido en el catálogo, el autor lo hace en la pagina numero
doscientos, tras las seis páginas que recoge datos de Cartagena. Recogido en la
anotación 146 habla de los trabajos de excavación que realizaron en la villa
romana (actualmente conocida como villa del Paturro), sepultados bajo unos
escombros y de sus hallazgos encontrados, excavación dirigidas por el
presbítero que en aquella época estuvo en la iglesia de Portmán, D. José Soria,
párroco que en años sucesivos y en fecha de la realización de este catálogo,
estaba a cargo de la Iglesia de Santo Domingo en Mula y por lo tanto había
abandonado esta pedanía costera de La Unión.
En el apartado
que aquí se habla, recoge el dato de una antefija en forma de mascara,
realizada en barro que se hallaba sujeta a uno de sus muros, siendo éste, el
habitáculo mejor conservado de las ruinas de Portmán.
que aquí se habla, recoge el dato de una antefija en forma de mascara,
realizada en barro que se hallaba sujeta a uno de sus muros, siendo éste, el
habitáculo mejor conservado de las ruinas de Portmán.
Curiosamente
con el numero de fotografía 29, de las láminas fotográficas que acompañan al
catálogo, se puede ver el aspecto de dicha mascara descubierta, que el autor
del catálogo pudo ver y posiblemente realizar la toma fotográfica en casa de
Obdulio Moncada, vecino de Cartagena y propietario de la finca donde estaban
las ruinas. Habla también, Manuel González Simancas, del regalo que le hizo el
párroco, encargado de la excavación, una de las conchas que adornaban el zócalo
de el habitáculo romano. Hallaron muchas ánforas y vasijas además de grandes
elementos pesados de los que cita el autor que fueron depositados en el atrio
de la iglesia.
con el numero de fotografía 29, de las láminas fotográficas que acompañan al
catálogo, se puede ver el aspecto de dicha mascara descubierta, que el autor
del catálogo pudo ver y posiblemente realizar la toma fotográfica en casa de
Obdulio Moncada, vecino de Cartagena y propietario de la finca donde estaban
las ruinas. Habla también, Manuel González Simancas, del regalo que le hizo el
párroco, encargado de la excavación, una de las conchas que adornaban el zócalo
de el habitáculo romano. Hallaron muchas ánforas y vasijas además de grandes
elementos pesados de los que cita el autor que fueron depositados en el atrio
de la iglesia.
Actualmente la
mascara de la que aquí detallo, se luce en el Museo Arqueológico de Cartagena,
junto a otra mascara de menor tamaño y una vasija en forma de cuenco adornada
con relieves.
mascara de la que aquí detallo, se luce en el Museo Arqueológico de Cartagena,
junto a otra mascara de menor tamaño y una vasija en forma de cuenco adornada
con relieves.
Actualmente estas son las Máscaras expuestas en el Museo Arqueológico de Cartagena. |
En el año 1969, se volvieron a excavar las ruinas del Huerto del
Paturro (Portmán), situado cerca de la ctra. de Portmán a los Belones,
antiguamente conocida como la que iba a San Ginés de la Jara. En las
excavaciones fue descubierta la calzada romana, un camino comercial del que
aproximadamente se conserva unos 2 Km de ella, uniría las explotaciones mineras
de Cabo de Palos (estaño) y el Mar Menor con el Puerto de Portmán, aunque
verdaderamente lo allí visible es un camino real, el cual se colocó en el año
1901, sobre la propia calzada romana.
Paturro (Portmán), situado cerca de la ctra. de Portmán a los Belones,
antiguamente conocida como la que iba a San Ginés de la Jara. En las
excavaciones fue descubierta la calzada romana, un camino comercial del que
aproximadamente se conserva unos 2 Km de ella, uniría las explotaciones mineras
de Cabo de Palos (estaño) y el Mar Menor con el Puerto de Portmán, aunque
verdaderamente lo allí visible es un camino real, el cual se colocó en el año
1901, sobre la propia calzada romana.
También
se descubrieron gran parte de las casas que allí con el paso de los años aun se
conservan algunos muros, patios, escalinatas y piscinas en durante los años 80.
En ellas se pudieron rescatar mosaicos en el suelo, siendo los más importantes
el que recoge el dibujo de un pavo real, numerosas ánforas, cuencos, monedas y
fragmentos coloreados de la decoración en las paredes. La villa por su
proximidad a la costa y a la vía Augusta, posiblemente se tratase de familias
comerciantes muy típicas en asentamientos
rurales domésticos en época romana las cuales se asentaban en cercanías al
puerto romano y otros fondeaderos costeros que hubo en Portus Magnus (siglos
II-III d.C.).
se descubrieron gran parte de las casas que allí con el paso de los años aun se
conservan algunos muros, patios, escalinatas y piscinas en durante los años 80.
En ellas se pudieron rescatar mosaicos en el suelo, siendo los más importantes
el que recoge el dibujo de un pavo real, numerosas ánforas, cuencos, monedas y
fragmentos coloreados de la decoración en las paredes. La villa por su
proximidad a la costa y a la vía Augusta, posiblemente se tratase de familias
comerciantes muy típicas en asentamientos
rurales domésticos en época romana las cuales se asentaban en cercanías al
puerto romano y otros fondeaderos costeros que hubo en Portus Magnus (siglos
II-III d.C.).
Autor: © Francisco Silvente