LA COCINA ECONÓMICA

Instituyéndose en Julio de 1899 siendo alcalde D. Jacinto Conesa García,
en una espaciosa casa de la calle del Arco (alquilada al efecto) encargándose
de ella una junta de personas notables de la localidad de La Unión, y  presidida por el alcalde.

El  9 de Octubre de 1900 se compró
el solar que ocupó, inaugurándose el nuevo edificio el 29 de Junio de 1890;
tanto la compra del terreno como el edificio se consiguieron con el auxilio del
Ayuntamiento y donaciones de particulares.

A la construcción del edificio contribuyó eficazmente y puede decirse que
fue elemento principal para su realización, el médico de la localidad unionense
Don Pascual Molina Núñez.

Siendo muchos los gastos para los recursos con que contaba, llegó a
hacerse casi imposible su vida por los años 1901
y 1902, existiendo serios temores de que cayese por tierra, tan buena obra.

En dicha época la Cocina debía muchas miles de pesetas y los comerciantes
se negaban a facilitar comestibles, además de que el déficit mensual era de unas
200 pesetas.

Visto esto, el alcalde D. Jacinto Conesa y cuyo amor a tan  notable institución era bien conocido, quiso
hacer un supremo esfuerzo para que ésta no desapareciera  
y cambiando
radicalmente el régimen por que venía administrándose la cocina, suprimió el
conserje, mozos, cocineros, etc. encargándose de ella las Siervas de Jesús (que
también se encargaron del Hospital), en Octubre del año 1902.


Fachada exterior e interior de la Cocina económica.1903 Fotografo Angel Martinez.

La buena administración desplegada por las Hermanas, su esmero y aprovechamiento, así como su sagacidad é
ingenio
en adquirir todo lo
necesario a precios reducidísimos, hizo 
que lo que se los había entregado casi sin vida, resucitara y llegara en
poco tiempo, no sólo a cubrir el déficit mensual que antes existía, sino a
lograr un superávit de 30
o 40
duros mensuales.

Se normalizó su estado financiero, cubriéndose poco a poco las deudas
contraídas y en el año 1908, con doscientas pesetas aproximadamente que venían ahorrándose
todos los meses, daban de comer a unos
400 niños
desamparados que recibían instrucción en el Liceo de Obreros.

En la terrible crisis minera que atravesaba la sierra minera de La Unión
por el año 1908, la Cocina Económica, llenaba un gran fin, haciendo menos
pavoroso el problema a las clases obreras que estaban en un forzoso paro; por
10 céntimos recibían un plato de sabrosa comida.

El Ayuntamiento repartía  limosna diariamente
y muchos bonos con destino a la Cocina.

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