EL MERCADO PUBLICO: 112 AÑOS DE LADRILLO, VIDRIERAS, ZINC FUNDIDO Y PIEDRA ARTIFICIAL.

EL MERCADO PUBLICO: 112 AÑOS DE LADRILLO, VIDRIERAS, ZINC FUNDIDO Y PIEDRA ARTIFIAL.

Nuestro edificio
mas emblemático y representativo del municipio minero, está de aniversario, hoy
cumple un año más, ciento doce desde que nuestros gobernantes de la época de
principios del siglo XX, decidieran buscar solar y arquitecto para realizar las
obras de un nuevo Mercado y este se finalizara.
El anterior mercado y lonja que
hubo, de aspecto sencillo, era una nave de planta rectangular, con la central
de más altura que las de los laterales, de techos a dos aguas, de aspecto muy
parecido a una de las naves de La Maquinista de Levante, en cuanto a forma
arquitectónica, aunque de menor altura. Los materiales utilizados para el
edificio fueron, el mortero y la madera en su mayoría.
Dicho mercado viejo, en contra de lo
que se ha escrito por ahí, estuvo situado en donde hoy día es la plaza Joaquín
Costa, no como algunos datos describen, que estuvo en la calle Mayor donde está
la casa Rentero. Ocupaba algo menos, de medio solar de la actual replaceta y
detrás de él, se encontraba la plaza de la Libertad, de terreno virgen y basto,
más hacia el sur, un gran solar en el que hubo un pozo con noria (malacate),
frente a el, la veinteañera, (en el momento de la inauguración del nuevo
Mercado Público),estación del ferrocarril, conocida como “Estación Mercado”.
Todo propiedad del señor Eduardo Rentero Bosch, empresario minero afincado junto
a su familia en el municipio de La Unión, dueño y heredero de varios terrenos
desde la falda del monte hasta la calle mayor.
De todos es sabido, por la prensa
escrita y la tradición hablada o contada, que aquel viejo Mercado tuvo
problemas con la higiene desde el principio de su actividad, la higiene en sus
puestos de venta no eran muy saludable y continuas inspecciones intentaban
regular su funcionamiento, exigiendo más limpieza de la usual.
En el año 1869, los propietarios de
los terrenos que ocupaban la plaza de la Libertad, José Vidal Cáceres, Eduardo
Rentero Bosch y José Boracinos, ceden sus solares para construir una plaza
Pública, tras empatar en la subasta. El Ayuntamiento de la recién formada villa
de La Unión, encargan el 7 de julio de 1869, al Arquitecto municipal de la
ciudad de Cartagena D. Carlos Mancha Escobar, que realice un proyecto para la
construcción de una Plaza de Verduras, Carnicería y Pescadería. Se elabora un
plano y un proyecto, adjunto una memoria y un presupuesto con el coste de las
obras del Mercado y Lonja (situada, donde mismo hoy se encuentra el Mercado
Público), para enclavarlo frente a la calle Mayor, siendo aprobado por la
Diputación Provincial el 26 de julio de 1870.
La adjudicación de las obras tras
salir a subasta, son rematadas a favor del señor D. Sebastián López, el cual
dos meses después cede a D. Silvestre Romero, todos sus derechos referentes al
contrato de obras del Mercado y éste a su vez pasado siete meses cede también a
D. Antonio Moreno Gallego. En ese transcurso del año 1871, Eduardo Rentero,
decide ceder al municipio de La Unión, parte de sus terrenos para desanche y
calles  alrededor de la Lonja, pues
haciendo caso de la petición del Arquitecto Carlos Mancha, se necesitaba mas
terreno, unas 800 varas, para la edificación de la Lonja ( 600 metros cuadrados
aprox.) En el año 1871 se termina e inaugura el nuevo edificio.
Llega el nuevo siglo y a principios
de 1900, el municipio de La Unión, crece en cuanto a población y edificaciones,
para ello había un plan de urbanización, se alinean las calles, se proyecta la
idea de construir un nuevo Mercado, para derribar el que se había estado usando
durante 30 años. Coincidiendo con dicha idea, Francisco Rentero Bianqui (hijo
de Eduardo), presenta un proyecto de urbanización, aprobado por el Ayuntamiento
el 11 de febrero de 1901, la idea de Rentero era urbanizar unos terrenos de su
propiedad, situados en las calle Mayor, Taller, Porras y línea del tranvía
(ferrocarril), así como cerrar la calle Lonja y formar una manzana limitada por
las calles Lealtad y Noria, pero la comisión creada por el Ayuntamiento, para
el estudio de la construcción del nuevo mercado, decide comprarle por 23.000
pesetas a Francisco Rentero unos terrenos frente a la Estación del tren
(7-4-1902), además de adjudicarle que fuese él, quien se encargara de dicha
construcción, hecho que sucede a mediados del año 1903, momento a partir del
que comienzan las obras.
Encargan que las obras estén
supervisadas y dirigidas por el Arquitecto D. Pedro Celdan Martínez y Rentero
cede el contrato de ejecución de obras a D. Antonio Soler Rodríguez (22 Feb. 1904). Ese mismo año deciden que se añada un cuerpo al edificio para que se
destine a albergar la Lonja y Pescadería, es ahí, en el proyecto donde aparece
la firma del Arquitecto, D. Víctor Beltrí Roqueta. El día 13 de Diciembre del
año 1907, tras cuatro años de construcción, con altos y bajos por falta de
dinero, reformas en la construcción, falta de material y varios accidentes de
obreros durante su construcción, Pedro Cerdan comunicada al Ayuntamiento, la
terminación de las obras del Mercado Público, no siendo habilitado hasta el día
3 de enero del año siguiente, obras que además de costar más dinero del
previsto, pues se contrataron por 126.154 ptas. y a la ejecución ascendió a
384.254 pesetas con 47 céntimos, el Ayuntamiento tuvo que estar pagando con
intereses durante años posteriores a D. Antonio Soler, la deuda del coste del
Mercado, siendo liquidado su total, en el año 1925.

Interior del Mercado Público el día de su inauguración en 1908.Arch. La Unión Antigua.

En su construcción se empleó mortero, ladrillo, zinc fundido y piedra
artificial. Dividido en 20 casetas o puestos cubiertos al exterior en forma de
celdillas “apersianadas”,
otro elemento
ornamental importante de destacar de su fachada, son los pináculos que se
distribuyen a lo largo de los cornisamentos, redondos, apuntados o con forma de
flor de lis, detalles típicos modernistas. En su interior, totalmente diáfano y de una planta, 26 celdillas de venta
y 64 puestos en el centro, que estuvieron funcionando hasta finales de la
década de los 70, cuatro escalinatas a ambos lados de las entradas Oeste y
Este, con sus balaustradas que comunicaban con grandes sótanos en la planta,
para la conservación de las mercancías que fueron objeto de comercio en la
plaza y un amplio departamento para la venta de pescado, habiendo la debida
separación entre artículos de distinta clase.
Se sirvió para la
iluminación, de las vidrieras de las naves laterales y de la cúpula, además de
una gran farola que hubo en el centro. Su estructura de hierro forjado se
elaboró en los talleres de la Maquinista de Levante, propiedad de Miguel
Zapata, el “Tío Lobo”, grandes y delgadas columnas soportan dicha estructura.
En las paredes del interior, 8 piletas de piedra artificial con grifos emanaban
agua.
Aprovechando la
existencia del pozo con  abundante de
agua, que existía en los terrenos ocupados por el Mercado se instaló un motor
que distribuía el agua por todo el Mercado en cantidad necesaria para la
limpieza diaria del mismo modo y para el abastecimiento de los vendedores,
utilizada también para el riego de la calle Real, para la que estuvo conducida
por una tubería instalada al efecto. Tuvo las dependencias necesarias para
Inspección oficial y otras, inodoros en el exterior, etc.
El edificio de estilo modernista,
como la gran mayoría de la arquitectura del siglo XX, tiene dos fachadas, dispone
de una escalinata desde la plaza Libertad (a partir de 1911, Plaza Joaquín
Costa), una pequeña cupula en el que alberga una campana, un reloj en su
fachada principal. Su cúpula es de planta octogonal y es por ello por lo que
dispone de otras fachadas simétricas a ambos lados de la fachada principal, a
modo de naves de planta rectangular en la que hay dos plantas con tejados a dos
aguas.

Actualmente el
edificio del Mercado Público y tras dejar de funcionar en los años setenta,
como mercado de abastos, alberga las ediciones del
Festival Internacional del Cante de las
Minas, que se vienen desarrollando en tan emblemático edificio, desde el 15 de
agosto del año 1978, que se celebraba la XVIII edición. Tras solicitud por
parte del Ayuntamiento de La Unión, 
a la Dirección General del Patrimonio
Artístico de Archivo y Museos del Ministerio de Cultura, para la declaración de
Monumento Nacional Histórico Artístico, del edificio del Mercado de Abastos de
La Unión , sito en la Plaza Joaquín Costa,
es declarado como
BIC 10 de marzo de 1975.
Autor: Francisco
Silvente Glez.

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